Seguimos recorriendo las diferentes estancias de la casa con nuestro especial de estilo nórdico, y hoy es el turno del dormitorio, sin duda la habitación en la que pasamos más horas a lo largo de nuestra vida (un tercio de la misma, más o menos). Es por ello que la manera en la que lo decoremos hará que nos sintamos más a gusto todo ese tiempo que permanecemos en él.
Ya hemos visto, en anteriores posts de este especial, que el estilo nórdico tiene como objetivo fundamental lograr estancias cálidas, confortables y luminosas, para contrarrestar la carencia de luz solar que es habitual durante gran parte del año en los países nórdicos.
Y es por ello que, al contrario de lo que sucede en los países mediterráneos, no son habituales los sistemas de cerramiento (persianas o cortinas muy tupidas) para impedir la entrada de la luz, y sí, en cambio, la presencia de grandes ventanales, como el que podemos ver en la fotografía.
El color en los dormitorios nórdicos
Pero además de lo anterior, para dotar al dormitorio de esa luminosidad tan anhelada, los revestimientos de suelos, paredes y techos aparecen en colores neutros. Principalmente el blanco, pero también beige, o marrón y gris muy claros. El suelo, o bien de madera clara, como el pino o el haya, o pintado en blanco, aunque no es extraño encontrarnos con suelos pintados en negro, quizás para lograr un efectista contraste cromático, como en la siguiente fotografía.Del mismo modo, el mobiliario del dormitorio, de diseños sencillos y líneas rectas como es habitual en todo el estilo, también presenta una paleta cromática similar, aunque se busca la combinación de diferentes tonalidades (blanco y haya fundamentalmente) para evitar la uniformidad.
Los tejidos son los que añaden el toque de color, casi siempre evitando las estridencias, y transmiten calidez. No faltan las alfombras, y las camas se visten con abundante ropa: fundas nórdicas, mantas y, sobre todo, multitud de cojines, mejor si, además, presentan diversos estampados y colores. El objetivo es “abrigar” el dormitorio para sentirnos abrigados nosotros mismos.
Dormitorios nórdicos especiales
Pero no todos los dormitorios siguen las pautas a las que estamos acostumbrados para este estilo. Cada vez con más frecuencia con encontramos con habitaciones que siguen la tendencia, de plena actualidad, de mezclar mobiliario y objetos procedentes de diversos estilos decorativos e incluso de diferentes épocas, haciendo del contraste y el mix un valor en sí mismo.En el caso de la fotografía anterior los textiles de motivos étnicos, y el mobiliario vintage industrial imprimen a la habitación, en mi opinión, una apariencia muy atractiva, que se aleja un poco del estereotipo del dormitorio nórdico, pero sin perder su esencia.
En resumen, las claves de los dormitorios de estilo nórdico está en aprovechar al máximo la claridad y la luminosidad, potenciándolas, siempre que sea posible, a través de los revestimientos y el mobiliario, y dándole un toque de color diferenciador mediante los textiles. Un estilo muy fácil de trasladar a nuestros propios hogares y, además, de plena tendencia.
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