Las cocinas de hoy ya no se reducen a un espacio de
trabajo como lo hacían en los años 60 y 70. La cocina moderna se ha
convertido más bien en el punto central de la vida privada y ha pasado
de ser un ambiente de trabajo a formar parte del hogar. Eso conlleva a
dar mayor importancia a un buen equipamiento y un buen diseño. Comparado
por ejemplo con el equipamiento de un coche, los muebles del hogar – y
por tanto también los de la cocina – no se consideran aún con la debida
atención.
Una “óptica elegante” puede impresionar a primera
vista. Pero más importante es su utilidad: ¿satisface las exigencias del
usuario? Muchas veces es en el día a día cuando se demuestra si la
cocina vale su dinero. Ahorrar en la parte equivocada puede convertir
cualquier buen negocio en una inversión equivocada muy cara: a lo mejor
conviene aceptar un sobreprecio por la integración del l en
alto, si por ejemplo tiene que agacharse unas diez veces por día para
llenarlo. Y después de tres viajes a la bodega unos muebles con mayor
fondo para el almacenamiento tienen más sentido. Visto de esta manera, a
largo plazo puede valer más la pena invertir en una cocina más cara!
Por un lado se puede ahorrar energía comprando electrodomésticos con eficacia energética. Pero eso no lo es todo – también deberíamos preguntarnos de donde proviene esa energía. Todo el grupo Nolte utiliza exclusivamente energía marcada con la etiqueta verde. Aquí el proveedor de energía promueve con una contribución fija por hora de kilovatio gastado el desarrollo de energías renovables. De esta forma aportamos nuestra contribución a la reorientación ciertamente necesaria de la política energética.
Las características básicas de la cocina moderna se
originan en los años 30 del siglo pasado. Desde entonces no ha cambiado
nada de forma significativa. Como han pasado más de 80 años desde
entonces me atrevería decir que no habrá cambios fundamentales en los
próximos años. Un mueble seguirá siendo un mueble en el futuro, aunque
los muebles de cajones y gavetas perfectamente organizados se fabrican
hoy con extracción total y amortiguación de cierre y se diferencian de
forma significativa en los muebles que usaban nuestros padres o abuelos.
Seguramente crecerá la cantidad de los “pequeños ayudantes” en la
cocina, pienso concretamente en un aumento de la electrificación de los
muebles en la cocina. Habrá también un mayor equipamiento de confort y
en cuanto a las posibilidades de los electrodomésticos veo más potencial
también. Pero también la integración en la red vía internet se
introducirá cada vez más en la cocina. En general aumentará la movilidad
de cada uno en la sociedad. Eso significa que habrá más mudanzas que a
su vez hacen más atractivas las cocinas modulares. Renunciar a una
planificación clásica con diseño de pared a pared facilita la mudanza y
la cocina se adapta a cada cambio de situación de vida.
Otro planteamiento interesante enfoca la futura vida con muebles de agrupación flexible. Nos alejaremos de una distribución fija del piso en habitaciones con pasillos, dormitorio, sala de estar, salón y nos moveremos más a una fusión de los ámbitos vitales a un espacio grande y abierto que será estructurado por la distribución de los muebles multifuncionales. Un mueble que presta su función en la cocina como mueble de almacenamiento puede servir del lado del salón como sujeción para la pantalla plana de la tele. Todo el asunto del hogar seguirá siendo muy emocionante!
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