miércoles, 12 de diciembre de 2012

Muebles para guardar ropa del hogar


 Al planificar el almacenaje de tu casa debes tener muy claro el espacio en el que ubicarás sábanas, colchas, mantelerías y toallas. Puedes agruparlas en una habitación propia o guardarlas en distintos muebles colocados en cada una de las estancias en las que se van a utilizar.


 Lo ideal es dedicar una sola habitación a las tareas de lavado, planchado y almacenaje de toda la ropa de casa. De este modo, ganas practicidad, reduces recorridos y desahogas el resto de armarios, puesto que la ropa se lava, se plancha y se guarda en la misma habitación. También puedes aprovechar parte de otra estancia para habilitar una zona de planchador, como la cocina o un dormitorio secundario. Basta con aprovechar un tramo de una pared con un gran armario empotrado. Procura dotarlo con abundantes estantes y cajones. Para que sean cómodos procura que no superen los 40 cm de ancho y entre balda y balda deja unos 35 cm. En cuanto a los cajones, elígelos con un ancho de entre 35 y 60 cm.
 En la mayoría de los casos, la ropa de casa, sobre todo la de cama, se organiza en el dormitorio. Si disfrutas de una zona de vestidor, procura destinarle un cuerpo entero de baldas separadas para agruparla toda. Puedes utilizar los estantes superiores para guardar mantas o colchas y la parte más cómoda para baldas extraíbles. Éstas permiten acceder rápidamente a la ropa doblada y sacar partido a todo el estante. Los casilleros, por su lado, resultan ideales para guardar las toallas, que enrolladas te ocuparán menos. Si los metros te lo permiten, dedica un armario exento a toda la ropa de casa. Unos muebles con frentes acristalados te facilitarán la localización de las prendas.

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